Marruecos es un país lleno de alma. Es situado en el noroeste de África, se caracteriza por un interior montañoso escarpado, grandes extensiones de desierto y una larga costa a lo largo del Atlántico y el Mediterráneo. La capital es Rabat y la ciudad más poblada es Casablanca. La fundación del primer Estado marroquí data de 788 y hoy es una Monarquía Constitucional con un parlamento electo, miembro de la Liga Árabe. El pueblo marroquí tiene orígenes amazigh y árabes, una minoría de africanos subsaharianos e influencias europeas. La religión predominante es el Islam y los idiomas oficiales son el árabe y el tamazigh. También se habla el dialecto árabe marroquí Darija y el francés.

Visitar Marruecos es dejarse hechizar por un inesperado tesoro de historia, belleza y magia ocupado hace 300 mil años. Más allá de asentamientos fenicios, reinos de civilizaciones cartaginesas y romanas, ahora cada una de sus ciudades mantiene su protagonismo cultural para que las descubras. Hermosas playas amadas por los surfistas, fortalezas en el desierto, ciudades imperiales blancas y azules y espléndida arquitectura árabe.

Conocer este país único es sumergirse en las costumbres de su gente, visitar casas típicas, escuchar su música, bailar, oler los aromas de los zocos, degustar el famoso té de menta y volver a casa con alguien más!

Moneda: Dirham marroquí (MAD)

Mejor época para visitar: de septiembre a mayo (otoño, invierno y primavera). Marruecos tiene un clima subtropical moderado, influenciado por la confluencia del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo. Tierra adentro, las temperaturas varían mucho: mucho frío en invierno (e incluso puede nevar) y mucho calor en verano.