La cocina marroquí es una explosión de aromas y sabores influenciados por sus culturas y gentes.
Hay opciones veganas como la pasta dulce Amlou, las galletas Ghriba Bahla, el panqueque aireado Baghrir, el tagine de verduras, el cuscús y el antipasto Zaalouk. También abundan las recetas de carne, generalmente elaboradas con pollo o cordero, como el hojaldre Bastille y el estofado Harira.
Ras el Hanout es una mezcla de especias típica del Magreb, su nombre significa «la mejor de las especias». Utilizado en las cocinas de Marruecos, Argelia y Túnez, es muy versátil, su color ligeramente dorado da coloración, sabor y un aroma especial a recetas de tajines, carne, pollo, pescado, platos a la parrilla, sopas, platos a base de arroz, cuscús y verduras.
¡La mezcla básica contiene de 6 a 10 ingredientes y algunos incluso tienen más de 50!
Pero tu experiencia en Marruecos no estará completa si no pruebas el famoso té de menta.
Se dice que fue en el siglo XVIII cuando los ingleses dejaron en puertos marroquíes un cargamento de té que había zarpado de China. A partir de entonces, este té se convirtió en una bebida común en el país y sinónimo de cálida hospitalidad tanto en los hogares como en los zocos.
Thé à la menthe no es simplemente un té. Su preparación puede ser muy compleja y servida ceremoniosamente a los invitados.
Se prepara con hojas de té verde (tipo Gunpowder), hojas de menta verde (Mentha spicata) tipo «nanah» frescas o secas y mucha azúcar. Tanto el té verde como la menta ayudan a facilitar la digestión, son bebidas depurativas y diuréticas. La menta, según estudios, también ayuda en tratamientos de asma y alergias y tiene propiedades analgésicas.
Haz de tu viaje a Marruecos como una inmersión, disfruta de sus aromas, colores y sabores. Y recuerda: si no te gusta o no puedes consumir azúcar, no dudes en hacérselo saber a tu anfitrión. ¡Él seguramente te recibirá con un thé à la menthe!
